Guardia de día y Paul McCartney de noche

Cuando se cumplen 40 años del “Álbum blanco” de Los Beatles y el Vaticano ha decidido perdonar -como si fuera necesario- a John Lennon por haber dicho que el grupo era más famoso que Cristo, entrevistamos a Luis Marambio, integrante de “Sonido Liverpool”, dúo famoso por interpretar covers de los Beatles, antes en el Paseo Ahumada y ahora en los más concurridos bares y cafés de la zona oriente de Santiago. Marambio, que trabaja de día como guardia de una tienda y de noche se tranforma en McCartney, despotrica aquí contra Beatlemanía y relata algunos hechos que dan cuenta de la precariedad del artista callejero en Chile.

Por Juan Pablo Abalo • foto: Jonathan Espíndola • Fuente: The Clinic

¿Cómo nació el proyecto de interpretar a los Beatles?
-Desde niño tuve el sueño de llegar a la tele cantando las canciones de los Beatles y que la gente en la calle me reconociera. Es un sueño que para mí ya se cumplió cuando estuvimos en Mega, en el matinal “Mucho gusto”, con el Chavito, el Viñuela y la Paty Maldonado. Fuimos a Concón, salíamos a hacer bromas en los reportes y aparecíamos de repente cantando.

¿Cuánto tiempo llevan tocando como sonido de liverpool?
-Once años.

¿Tú tocas desde las siete de la tarde en adelante?
-Más o menos.

¿Y la otra mitad del día qué haces?
-Soy guardia.

¿Guardia de seguridad?
-Claro.

¿Cómo combinas tu sensibilidad artística con un trabajo propenso al sapeo del otro?
-No sabría explicarlo. Es como cuando uno está en la casa y actúas de una manera y vas a otra parte y eres otra persona, cambias nomás.

¿Te gusta trabajar de guardia?
-No pienso que la pega de guardia sea la mía porque no me gusta estar vapuleando a la gente, aunque sean delincuentes no me gusta ser imponente. Le pega de guardia es por ahora un trabajo necesario, nada más.

¿Te ha tocado difícil el trabajo?
-No, felizmente no he tenido que pelear, pero sí me ha tocado de repente enfrentarme a personas difíciles. Es que yo tengo un estudio distinto a todos los demás guardias, un curso que ningún guardia tiene.

¿Es un curso que incluye el manejo de artes marciales?
-No, no tiene nada que ver con violencia. Yo trabajé primero en la superintendencia de seguridad social y ahí me hicieron un curso de “Relaciones Públicas Humanas” para el trato con el público. Es que de repente llega un público muy difícil, con un estado de ánimo muy terrible, y a nosotros nos adiestran para poder cambiar esos ánimos sin llegar a extremos violentos.

Y ese aprendizaje, ¿lo extrapolas al terreno musical? ¿sabes cómo manejar al público?
-Creo que sí; miro a la gente y veo el estado de ánimo en que están. Entonces, cuando hay gente que está muy relajada, toco temas lentos como “Let it be” o “Cuando yo era mi guitarra”.

¿Y cuando están más animados?
-Entonces con mi compañero le ponemos bueno. (Canta) ”Can`t buy me lo-oove”, “Twist and shooout”: rocanroles de ese tipo.

BEATLES Y CRISTO

¿nunca te dieron ganas de componer tus propias canciones?
-Con mi compañero tuvimos la idea y varias veces creábamos temas, pero nunca tuvimos una grabadora; las cantábamos pero de repente ¡pup!, se iban, desaparecían. Después tratábamos de retomarlas y ya no estaban.

¿estás de acuerdo con que los chilenos son más cercanos a los Beatles que a los Rolling Stone?
-Acá se vivió con nostalgia toda la vida de los Beatles, desde 1964. Se vivió muy a pelo la muerte de John Lennon, aquí fue casi más llorada que en Inglaterra.

¿tú la lloraste mucho?
-Sí. Yo trabajaba en ese tiempo en una maestranza. Estaba en mi hora de colación y quedé con la cuchara a medio llevar a la boca cuando salió el reportaje y de ahí no comí más. Ya para entonces tenía un grupo con el que cantábamos los Beatles. Lloramos toda la tarde y en la noche nos juntamos y con unas guitarras y unos tarros de parafina armamos una banda y cantamos hasta las 6 de la mañana.

¿quién crees que es el más importante de los Beatles?
-Para mí siempre ha sido Paul McCartney, por eso yo canto las canciones suyas.

¿tú eres McCartney?
-Claro, y mi amigo es John, incluso en su forma de actuar, porque es introvertido, a veces se enoja, deja la escoba y chao. Yo soy el que arregla las cosas, ando con el carro para arriba y abajo, hago los contratos y hablo con carabineros para que nos den el pase.

¿sientes que has dejado de ser Luis por dedicarte a ser Paul?
-Cuando canto no soy Luis, soy Paul. Veo los videos y memorizo sus movimientos, lo que dice, todo.

¿y la boina?
-No, eso es un recuerdo mío.

¿y han tenido su Yoko Ono?
-¿Una japonesa? No, no. No encontramos ninguna que cantara.

¿qué piensas del período en el que los Batles experimentan con drogas?
-Por cómo vivían ellos, llenos de trabajo, de ensayos y de creación, creo que buscaron en las drogas una forma de apoyarse.

¿tú crees que ellos cambiaron el mundo de la música o el mundo cambió y ellos se subieron a esos cambios?
-Yo creo que ellos entraron a cambiar al mundo. La misión que tuvieron ellos fue que la gente olvidara el pasado, la tristeza de la guerra, y que los jóvenes pudieran tener una posición más alta, mejor que la de sus padres.

Por estos días se cumplen 40 años del “disco blanco” y 28 años del asesinato de Lennon, a quien el vaticano acaba de perdonar por haber dicho que los beatles eran más famosos que jesucristo. ¿qué te parece eso?
-Tal como John Lennon, yo pienso que realmente ellos llenaban estadios mientras que a las iglesias no iba mucha gente. ¡Si hablar de Jesucristo no era tan aplaudido como hablar de los Beatles!

¿te gustan las versiones andinas de los Beatles?
-No me llaman mucho la atención, una vez me regalaron de la radio Horizonte el disco “Beatles and the Andes”. Me falta la letra, la batería, la guitarra.

¿Pero a ustedes les faltan dos integrantes?
-Es que mi compañero es multifacético, porque él con la guitarra hace primera y segunda guitarra y bajo y yo con el pandero y la armónica hago lo demás.

CONTRA BEATLEANÍA

¿qué te parece el reggaetón?
-Yo creo que los Beatles igual podrían tocar reggaetón pero con su forma, sus letras. Y sonaría mucho mejor.

¿reggaetón de los Beatles?
-Claro, sonaría bien. Lo que pasa es que acá envuelven mucho el sexo salvaje con la música y todo eso es algo distinto a lo que mostraban los Beatles con la paz y las flores.

¿te parece que el “álbum blanco” es el más importante de los Beatles?
-No, yo pienso que es “Please please me”, porque les abrió las puertas. De ahí parte toda la locura.

¿qué relación tienen ustedes con el grupo Beatlemanía?
-Hemos cantado con ellos, pero no nos allegamos porque su líder es muy egocéntrico, a nosotros nos llama “las ratas de la calle”.

¿Por qué?
-Digamos que somos como la pulga en la oreja para él. Siempre cuando aparecemos dice: “Aaah, ya me vienen a cagar el show”. Incluso su manager nos dijo que si tuviéramos todo el equipo que ellos tienen, Beatlemanía no existiría.

¿ellos interpretan bien a los Beatles?
-Conozco grupos que cantan mejor.

¿Por qué pasaron del Paseo ahumada a Providencia?
-El Paseo Ahumada ya no existe para nosotros; el alcalde quitó toda la onda porque hubo muchos reclamos por el ruido.

¿Cuál es el paso profesional que les gustaría dar?
-No sé, hemos sido llamados a la tele, a casas de empresarios; lo más lejos que hemos llegado es a Chillán, pero no quiero ni acordarme de eso.

¿Por qué?
-Un concejal, director de la radio Coihueco, nos invitó pa que fuéramos a cantar. Nos ofrecía 100 lucas. Llegamos y nos empezaron a bajar la plata, 80 lucas primero, al final terminamos en 60, pagando nosotros la movilización; o sea, terminamos con 25 lucas cada uno y pasamos hambre todo el día. ¡No había nada que comer!

¿y si saltaran a la fama, se irían de las calles?
-Es que el mejor público, el mejor crítico, está en la calle.

¿te gustaría tocar en Viña?
-Si los Beatlemania fueron, por qué no.

¿Crees que no hay grupos de rock hoy a la altura de los setenta?
-No, porque nuestro país no da la acogida al artista como se merece. Si se hicieran casting como los que se hacían antes, de donde salió el Pollo Fuentes o la Gloria Benavides, faltarían maceteros para poder plantar el semillero de artistas que hay en Chile.